¿Quién dijo que navegar significa renunciar a los lujos? En el Velero Azul, hemos descubierto que un pequeño congelador a 12V puede hacer toda la diferencia. Después de mucho investigar, nos decidimos por este modelo: VEVOR Nevera Portátil Eléctrica. Lo buscábamos económico, eficiente en consumo y resistente a movimientos... ¡y hasta ahora no nos ha defraudado!
Cuando comenzamos nuestras aventuras marítimas, nos dimos cuenta de que la conservación de alimentos era uno de nuestros mayores desafíos. Las neveras tradicionales son útiles, pero su capacidad para congelar es limitada. Queríamos algo más: poder almacenar verduras, carnes y pescados durante largas travesías sin preocuparnos por su frescura. Y aquí es donde entra nuestro fiel compañero frío.
Hace ya ocho meses que lo tenemos a bordo, y su funcionamiento ha sido impecable. No solo conserva los alimentos perfectamente, sino que también nos permite disfrutar de pequeños lujos como hielo para las bebidas o cervezas bien frías después de un día de navegación bajo el sol.
Con el congelador, nuestra forma de cocinar y planificar comidas cambió por completo. Ahora podemos llevar verduras congeladas, carnes y pescados frescos sin miedo a que se echen a perder. Esto nos da mucha más flexibilidad y autonomía, especialmente durante largas travesías lejos de puertos.
Gracias al sistema energético renovado del barco, hemos podido usar el congelador durante varios meses sin necesidad de recargar las baterías en puerto. Aunque es cierto que, cuando termina el verano y los días se acortan, empezamos a notar un ligero déficit entre producción y consumo energético. Por eso, estamos evaluando ampliar nuestras placas solares con una portátil. ¡Aún estamos decidiendo, pero seguiremos compartiendo novedades!
Actualmente llevamos dos neveras a bordo: la original del barco y nuestro nuevo congelador. Si tuviéramos que elegir, sin duda priorizaríamos el segundo. Su eficiencia y versatilidad lo convierten en una pieza clave para mantenernos cómodos incluso en las travesías más largas.
La llegada del congelador nos llevó a otro gran descubrimiento: el envase al vacío. ¿Sabías que puedes extender la vida útil de tus alimentos aún más con una pequeña máquina que sella bolsas reutilizables? Nos encanta porque no solo reduce el desperdicio de comida, sino que también ayuda a minimizar el uso de plásticos desechables. Es una solución sostenible que complementa perfectamente nuestra filosofía de vida a bordo.
Hace cuarenta años, tener un congelador en un barco era impensable. Hoy en día, gracias a la tecnología, podemos disfrutar de comodidades que antes parecían reservadas solo para tierra firme. Claro, seguimos siendo conscientes de nuestro impacto ambiental y tratamos de optimizar recursos siempre que podemos. Pero, ¿qué hay de malo en permitirse algunos lujos si mejoran tanto la experiencia?
Ahora, preparar comidas cocinadas de antemano, conservar sobras o incluso guardar postres favoritos es posible. Y, por supuesto, nunca falta una buena cerveza bien fría para celebrar una jornada de navegación exitosa.
El congelador ha sido un cambio radical en nuestra vida a bordo. Nos permite ser más autónomos, creativos en la cocina y, por qué no, disfrutar de pequeños placeres que hacen la vida en alta mar aún más agradable. Aunque seguimos aprendiendo y ajustando nuestro sistema energético, estamos muy contentos con esta inversión.
Si estás pensando en agregar un congelador a tu barco, te animamos a dar el paso. Tal vez no sea indispensable, pero sin duda mejora significativamente la calidad de vida a bordo.